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Cómo limpiar chimeneas en 2025: trucos y productos para un hogar seguro

  • Guantes, gafas y mascarilla: imprescindibles para protegerte de polvo y hollín.
  • Cepillo deshollinador (erizo): disponible en metal o nylon, se introduce en el conducto de la chimenea para arrastrar el hollín y la creosota.
  • Varillas extensibles: permiten alcanzar toda la altura de la chimenea. Se acoplan al cepillo y se van enroscando a medida que se avanza.
  • Aspiradora para cenizas: diseñada para aspirar partículas finas sin dañar el motor. Nunca uses una aspiradora convencional.
  • Palas y escobillas metálicas: útiles para retirar cenizas del hogar de la chimenea.
  • Productos químicos deshollinadores: se presentan en formato tronco o polvo. Al quemarse, ayudan a despegar la creosota adherida a las paredes.

  1. Aplica deshollinadores químicos (opcional): tras la limpieza, puedes encender un tronco deshollinador para eliminar residuos adheridos.
  2. Prepara la zona: coloca plásticos o sábanas viejas alrededor del hogar para evitar que el hollín manche el suelo y los muebles.
  3. Retira las cenizas: con una pala metálica y una aspiradora de cenizas, vacía el hogar de restos de combustión.
  4. Limpia el hogar de la chimenea: frota con un cepillo de cerdas duras y agua jabonosa las paredes interiores.
  5. Deshollina el conducto: introduce el cepillo deshollinador desde la parte inferior (y si es posible también desde arriba). Haz movimientos firmes y repetidos para arrastrar la creosota.
  6. Aspira y recoge residuos: utiliza la aspiradora para retirar el hollín desprendido durante el deshollinado.
  7. Revisa el tiro y la chimenea exterior: asegúrate de que no haya obstrucciones, como nidos o restos acumulados en la salida.

  • Contrata una revisión profesional cada 2-3 años: incluso si haces la limpieza tú mismo, un deshollinador puede detectar problemas ocultos.
  • Limpia al menos una vez al año: lo ideal es hacerlo antes del invierno, cuando vas a encender la chimenea con más frecuencia.
  • Controla la acumulación de creosota: es altamente inflamable, por eso la limpieza regular es clave.
  • Usa siempre leña seca: la madera húmeda genera más humo y depósitos en el conducto.
  • No quemes plásticos ni maderas tratadas: generan sustancias tóxicas y residuos dañinos para el tiro.
  • Instala detectores de humo y CO₂: añaden una capa extra de seguridad para tu familia.

2. Bloques deshollinadores

3. Aspiradores de ceniza

4. Limpiadores químicos en polvo

5. Guantes y gafas protectoras

¿Cada cuánto tiempo debo limpiar mi chimenea?
Lo recomendable es una limpieza profunda al menos una vez al año, antes de la temporada de frío.
¿Puedo usar un aspirador normal para limpiar la ceniza?
No. Los aspiradores domésticos no están preparados para las partículas finas de ceniza y pueden dañarse. Usa siempre un aspirador de cenizas.
¿Los bloques deshollinadores sustituyen la limpieza manual?
No. Son un complemento que ayuda a mantener el conducto más limpio, pero no eliminan todo el hollín.
¿Qué pasa si no limpio mi chimenea?
El hollín y la creosota pueden acumularse y provocar malos olores, pérdida de eficiencia e incluso riesgo de incendio.
¿Es mejor limpiar yo mismo la chimenea o contratar un profesional?
Si tienes experiencia y las herramientas adecuadas, puedes hacerlo tú mismo. Sin embargo, una revisión profesional anual garantiza seguridad y un mantenimiento óptimo.
¿Puedo usar productos caseros para limpiar la chimenea?
Sí, por ejemplo el vinagre y el bicarbonato ayudan a limpiar las superficies externas, pero no sustituyen la limpieza del conducto.

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